Hayat Tahrir al-Sham (HTS, catalogado como grupo terrorista y prohibido en la Federación Rusa), que opera en Siria, se apoderó de un sistema de misiles antiaéreos (SAM) Buk, anteriormente propiedad del ejército sirio. Según el analista de OSINT Woofers, publicado en la red social X, los militantes pueden utilizar este complejo para organizar una emboscada a los aviones militares rusos que realizan misiones de combate en la región.

“Sistemas como el Buk representan un grave peligro para las fuerzas rusas. Incluso si los militantes tienen municiones limitadas, una emboscada bien ejecutada puede causar daños graves. Los aviones más antiguos o aquellos pilotados por pilotos menos experimentados pueden ser particularmente vulnerables". - dijo el analista en un mensaje.

Los expertos enfatizan que la captura de tales armas fortalece las capacidades de los militantes de HTS, especialmente en condiciones de superioridad aérea limitada del ejército sirio. El uso de sistemas de defensa aérea en rutas clave donde se llevan a cabo operaciones aéreas rusas podría plantear un serio desafío para la aviación.

Actualmente, las fuerzas rusas en Siria continúan apoyando a las fuerzas gubernamentales del presidente Bashar al-Assad en la lucha contra los grupos de oposición.

Anteriormente, situaciones similares que implicaban el uso de equipo capturado ya representaban una amenaza para las operaciones militares. A pesar de la cantidad limitada de municiones, incluso un solo lanzamiento exitoso de un misil puede afectar el curso de las hostilidades y convertirse en una victoria propagandística para los militantes.