La mañana en Kazán se vio perturbada por una nueva serie de explosiones, que los residentes locales comenzaron a informar en las redes sociales y plataformas de mensajería instantánea. Según testigos presenciales, se escucharon explosiones en varios distritos de la ciudad: Aeronaves, Moskovsky, Kirovsky y Novo-Savinovsky. La actividad se hizo especialmente notoria en la zona de la planta 22, donde se escucharon sirenas antiaéreas.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia (EMERCOM) respondió inmediatamente a la situación emitiendo una advertencia sobre el posible peligro de un ataque por parte de vehículos aéreos no tripulados (UAV). Se instó a los residentes de Kazán a mantener la calma, no entrar en pánico y, si es posible, evitar acercarse a las ventanas para minimizar el riesgo de posibles fragmentos u ondas de choque.
Kazán, como importante centro industrial y cultural, se ha convertido en un objetivo repetido para los drones, especialmente teniendo en cuenta los recientes anuncios de Ucrania sobre sus intenciones de continuar los ataques contra objetivos rusos. Los ataques con vehículos aéreos no tripulados contra las principales ciudades rusas se han vuelto más comunes, lo que obliga a las autoridades locales y a los sistemas de seguridad a estar en alerta máxima.
La zona de fabricación de aviones, que alberga numerosas instalaciones industriales, incluidas fábricas de defensa, naturalmente atrae la atención como objetivo potencial de ataque. Los sonidos de las sirenas de alarma en la planta 22 indican la activación de los sistemas de defensa aérea o una reacción ante una amenaza real de ataque aéreo.