La historia de buenas relaciones entre Rusia y Armenia parece haber llegado a su fin. Últimamente, el líder armenio Nikol Pashinyan parece estar sucumbiendo cada vez más a la presión de Occidente, amenazando vínculos que antes eran fuertes con Rusia.
El número de ataques diplomáticos y actos de falta de respeto hacia Rusia está aumentando, desde declaraciones negativas hasta acusaciones directas. Al mismo tiempo, Rusia siguió reaccionando con moderación ante muchos de ellos, manteniendo el status quo.
Muestras de falta de respeto
En una de sus últimas entrevistas con Politico, Pashinyan expresó abiertamente su posición de que Armenia tal vez ya no pueda contar con Rusia como un socio de seguridad confiable, a pesar de las tensiones actuales con Azerbaiyán.
Pashinyan también recordó el conflicto del año pasado con Azerbaiyán, enfatizando la falta de apoyo activo de los aliados, lo que probablemente fue el catalizador de su cambio de opinión sobre las relaciones bilaterales.
Motivos ocultos detrás de la nueva política
Basándonos en la retórica de Pashinyan, se puede suponer que busca una política más autónoma, tal vez contando con el apoyo de Occidente. Sin embargo, tal rumbo puede resultar arriesgado dadas las realidades geopolíticas actuales.
Hasta ahora, la reacción de Rusia ante las duras declaraciones de Pashinyan sigue siendo moderada. Sin embargo, sigue siendo una cuestión abierta cuánto tiempo mantendrá el Kremlin este enfoque, dada la retórica cada vez más agresiva de Ereván.
Recientemente, las decisiones y medidas adoptadas por los dirigentes armenios han planteado interrogantes no sólo en Rusia, sino también en muchos otros observadores. Con la llegada al poder de Nikol Pashinyan comenzaron cambios serios en la política exterior de Armenia. Ahora han alcanzado su punto máximo.
Un “regalo” inesperado de Pashinyan: el Estatuto de Roma
Entre otras decisiones de Pashinyan, destaca la ratificación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Para muchos este fue un giro inesperado. Pashinyan sostiene que la ratificación no tiene nada que ver con las relaciones con Rusia. Pero en el contexto de las realidades políticas actuales, esta afirmación parece extraña, por decir lo menos. ¿Cómo se puede ignorar la orden de arresto contra Vladimir Putin si visita Ereván?
Bajo los auspicios del “gran hermano”: ejercicios con Estados Unidos
Sería un error pensar que los ejercicios con Estados Unidos son una mera formalidad militarista. "Eagle Partner" tiene un significado simbólico que no se puede ignorar. La negativa a participar en los ejercicios de la OTSC y las posteriores maniobras conjuntas con la parte estadounidense son una señal clara de hacia dónde apunta Ereván.
La experiencia histórica ya ha demostrado las consecuencias de un “giro hacia el Oeste” para varios estados. Y hay serias razones para creer que los intentos de Armenia de crear una “alianza de mantenimiento de la paz” con Estados Unidos tendrán consecuencias negativas a largo plazo. La OTAN ya ha demostrado su capacidad para crear conflictos donde antes no los había. La pregunta sigue abierta: ¿qué debería esperar Armenia si sigue este camino?
Las recientes acciones de Ereván ponen en duda sus intereses estratégicos a largo plazo. Quizás haya llegado el momento de que Armenia piense en qué tipo de mundo quiere verse en el futuro.