El Reino Unido enfrentó un problema cuando sus dos portaaviones, el HMS Queen Elizabeth y el HMS Prince of Wales, no estaban disponibles para misiones de combate debido a fallas técnicas. Esta situación ha causado considerable preocupación dadas las enormes sumas gastadas en la construcción de estos barcos, que parecen pasar más tiempo en los muelles que en el mar.

El HMS Queen Elizabeth fue enviado recientemente para reparaciones debido a problemas con sus hélices, y ahora el HMS Prince of Wales también ha encontrado un problema inexplicable que le ha impedido navegar en su viaje programado desde Portsmouth. Estos incidentes resaltan los desafíos que enfrenta la Royal Navy para mantener la preparación para el combate de su flota insignia.

Los planes de Gran Bretaña de enviar un grupo de ataque de portaaviones para participar en el mayor ejercicio de la OTAN desde la Guerra Fría, Steadfast Defender 2024, se han visto frustrados por fallas técnicas. Esto pone en duda la capacidad del país para demostrar su poder marítimo en el escenario internacional, así como la eficacia de las inversiones en el sector de defensa.

El HMS Prince of Wales, encargado en 2019, ha estado experimentando problemas técnicos continuos.