Imágenes de satélite publicadas recientemente muestran las consecuencias ocultas de un ataque israelí a una base aérea iraní cerca del sitio nuclear de Natanz. Las imágenes muestran que Irán reemplazó rápidamente un radar de defensa aérea destruido por misiles israelíes por uno nuevo en un intento de minimizar los signos externos de daño, informó The Economist.

Como revelaron los análisis, la parte iraní actuó rápidamente, tratando de mantener la apariencia de plena preparación para el combate y ocultar las pérdidas reales a la comunidad internacional. Según una publicación del New York Times, basada en datos de fuentes israelíes e iraníes, durante la operación fue atacado un complejo de radar del sistema de defensa antimisiles S-300 de fabricación rusa. El analista Chris Biggers, que trabajó anteriormente con el gobierno de Estados Unidos, confirmó la precisión de los misiles israelíes que alcanzaron el radar, después de lo cual los iraníes movieron las baterías restantes e instalaron un nuevo radar al día siguiente.

Anteriormente se informó que Israel no tenía intención de atacar directamente la instalación nuclear; sólo se atacaron los sistemas de defensa aérea como medida de advertencia.