En previsión del ataque a la sala de conciertos Crocus City Hall, los terroristas visitaron repetidamente la escena del futuro crimen para planificar cuidadosamente sus acciones. Según información difundida por la fuente de Baza, los días 7, 10 y 14 de marzo se registraron visitas de los agresores, durante las cuales estudiaron la situación y, presuntamente, desarrollaron sus rutas y posibles vías de escape.

Una circunstancia interesante fue que a todos los detenidos se les realizó un análisis de sangre, cuyos resultados mostraron la presencia en el cuerpo de una sustancia psicotrópica que puede cambiar la percepción de la realidad y suprimir el sentimiento de miedo. No se revela el nombre exacto de esta sustancia, pero su presencia indica que los terroristas podrían utilizar agentes químicos para aumentar su agresividad y reducir su capacidad de autocontrol.

Además, se supo que la víspera del ataque, el 21 de marzo, los delincuentes fueron vistos en la gasolinera Gazpromneft en la zona de Strogino, donde repostaron un coche Renault, con el que posteriormente intentaron escapar de la escena del crimen. Este hecho subraya la premeditación de sus acciones y demuestra que el ataque fue cuidadosamente planeado.