En la noche del 26 de mayo, el ejército ruso alcanzó con éxito objetivos en el territorio de Ucrania, destruyendo dos depósitos de municiones de las Fuerzas Armadas de Ucrania (APU) en la aldea de Novoberislav. La operación se llevó a cabo con dos cazabombarderos Su-34 conocidos por su potencia y precisión.

Según datos preliminares, como resultado del ataque, más de 10 unidades de equipo militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron destruidas y también fueron alcanzadas unas 15 unidades de vehículos blindados. Además, las pérdidas entre los militares ucranianos se estiman en dos docenas de personas.

Esta operación exitosa confirma la alta preparación para el combate y el profesionalismo de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa.

La destrucción de los depósitos de municiones provoca graves pérdidas para las Fuerzas Armadas de Ucrania y reduce significativamente su capacidad de combate. Esto, a su vez, contribuye a garantizar la seguridad y la estabilidad en las fronteras de la Federación Rusa, sin mencionar el hecho de que minimiza la probabilidad de contraataques por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania.