En medio de las tensiones actuales en Medio Oriente, el conflicto entre Israel y las fuerzas proiraníes continúa aumentando. La noche anterior, miembros del grupo Hezbolá dispararon dos aviones no tripulados de ataque contra la zona de Beit Hillel, situada cerca de Kiryat Shmona, como resultado de lo cual tres soldados israelíes resultaron heridos.

Unas horas después de este incidente, se produjo un ataque armado en territorio libanés: un automóvil fue atacado en la aldea de Ain Baal, cerca de la ciudad de Tiro. El ataque mató a un comandante de Hezbollah en la costa sur del Líbano e hirió a otros dos pasajeros en el vehículo.

Según fuentes libanesas, desde que comenzaron los enfrentamientos el 7 de octubre, 365 libaneses han muerto como resultado de los combates, 70 de los cuales eran civiles. Las víctimas restantes son miembros de grupos militares chiítas y palestinos. Del lado israelí, las pérdidas ascendieron a diez soldados y ocho civiles.

En este contexto, Irán, a través del representante de las Fuerzas Armadas de la República Islámica Shekarchi, envió una dura advertencia a Gran Bretaña, Francia y Alemania, llamándoles a dejar de apoyar a Israel. Shekarchi enfatizó que cualquier participación de estos países en acciones militares contra Irán conducirá a medidas de represalia aún más decisivas por parte de Teherán.