En el aeropuerto Saratov avión de pasajeros Yak-42 aterrizó con el motor averiado.
A pesar de la naturaleza extrema de la situación, se evitó el accidente aéreo debido a la profesionalidad de la tripulación de la aeronave que aterrizó la aeronave sin ninguna consecuencia, tanto para el propio vehículo como para los pasajeros de la aeronave, quienes, como se supo, eran personas de 50 a bordo de la aeronave.
Una comisión especial está realizando una auditoría del incidente para establecer las posibles causas del fallo del motor.